Una niña que tenía de todo y no le faltaba de nada, vió en la tele un día que algunos niños y padres no tenían nada que comer; entonces se planteó la idea de hacer algo por ellos, durante un buen rato estuvo pensando; a ella le gustaban mucho los churros con chocolate y pensó en montar una pequeña churrería de barrio que les ayudaría, tendrían algo calentito que meterse en la boca, sobre todo en las mañanas frías de invierno.
Al día siguiente, la idea se la comentó a sus padres, y estos le dijerón que la ayudarían en lo que necesitará, lo único que tenía que ser los fines de semana, porque durante la semana tenía que ir al colegio.
Llegó el primer día, estaba muy nerviosa, se levantarón muy pronto para tenerlo todo preparado, habían puesto carteles por el barrio para que las personas necesitadas lo supieran.
Durante más de dos horas sin parar estuvierón dando chocolate y churros hasta que se les acabo todo.
Estaban muy cansados, pero se sentían muy bien, y así continuarón durante mucho tiempo.
¡No importa la raza, negros, blancos, .... da igual, sino el amor y la salud!
Cristobal Contreras Sanchez
Educación Primaria 5º C